lunes, 31 de marzo de 2008

El Centro Histórico de Xalapa: ¿Utopía o catalizador del desarrollo?

Por Vidal Elías ©

1. Breve reflexión inicial
La ciudad de Xalapa, icono de sus habitantes nativos o adoptados, se ha debatido entre el rescate de su historia -la cual es una historia noble e inconclusa ©- encontrándose, ya entre la indolencia de autoridades o el desgano, y una indecisión que agobia y frustra cualquier intento serio de participación colectiva; indecisión generada en gran medida por la misma descomposición del colectivo xalapeño, el cual tampoco se distingue por su participación decidida y comprometida.

Esta situación de ruptura del colectivo ha sido muy bien aprovechada por las autoridades locales, lo que les ha redituado una tranquilidad relativa y superávit político y, por otra parte, ha generado un estado de defección hacia la ciudad capital del estado de Veracruz.

¿Xalapa tiene futuro? ¿Es factible construir un futuro mejor que nuestro presente, que integre lo mejor de nuestra cotidianeidad y no rechace lo que hemos sido? La respuesta es afirmativa, siempre y cuando se establezca una estrategia de desarrollo a mediano y largo plazos que permita disminuir las disparidades regionales, hace falta que las autoridades municipales entiendan lo que esto significa.

2. El Centro Histórico de Xalapa (CHX)
¿Qué concluimos de la atonía social en Xalapa? ¿Cómo podemos unir la racionalidad y la lógica económica y social de la ciudad si lo que prevalece es el caos originado fundamentalmente por una apatía ciudadana y un arraigado desinterés político e incapacidad administrativa?

Para los que ahora adultos habitamos en Xalapa, cuando niños, la ciudad era evidente; los límites de la ciudad, estaban abiertos en una perspectiva y horizonte tal, que era una mezcla de certidumbre y presentimiento por lo que se esperaba y anhelaba descubrir y finalmente se descubría, o al menos se adivinaba a través de un esbozo de aquello hacia donde nuestra imaginación nos conducía. Sin embargo, recordando una obra de Alejo Carpentier, creo que Xalapa es ahora la ciudad de lo inacabable, de lo cojo, de lo asimétrico, de lo abandonado.

En lo cotidiano, Xalapa proyecta la indolencia de su manejo como ente social; la ciudad no ha sido vista como un todo y se continúa difiriendo su futuro, peor aún, dudo que se haya definido qué tipo de ciudad es la que pretendemos deconstruir y establecer.
Ahora bien, ¿cómo podemos atraer e interesar a los diferentes niveles de gobierno en el desarrollo de esta aldea que es la ciudad capital del estado y que ellos han cedido al dominio de diversos grupos estridentes, e. g. los grupos manifestantes que están casi a diario en el Centro Histórico con la complacencia e inclusive complicidad de autoridades.

¿Cómo rescatar lo que se ha permitido y solapado su destrucción y pérdida? ¿Cómo recuperar el orgullo por una ciudad que hasta hace siete años era limpia, tranquila y cuya calidad de vida era de las más altas del país? ¿A quién reclamar y como defendernos de condiciones cada vez más precarias en el futuro?

3. Las políticas de desarrollo en Xalapa
Xalapa tendrá un futuro promisorio, siempre y cuando construyamos primero, una relación de equilibrio entre la lógica social y la lógica del poder; segundo, definamos qué queremos ser y qué aspiramos desarrollar y, tercero, detectar el sentido de nuestra historia, en este caso, la que hemos extraviado y la que está por construirse.

Se dice, que cuando se habla del diseño y construcción del futuro, en ocasiones se discurre sobre la línea imperceptible de la predicción o la propuesta. ¿Dónde se inicia una y dónde acaba la otra? ¿Son excluyentes o complementarias? ¿Son consumidoras de recursos de diversa índole sin la seguridad de un retorno social y económico tangible para nosotros los ciudadanos?

Es difícil predecirlo. Sin embargo, cualesquier propuesta de corte futurista, que no es el caso que hoy me ocupa, porque partimos de la reflexión sobre el valor que representa nuestra historia para construir nuestro futuro, es evidente que nos estamos encaminando cada vez más a la utilización de la ingeniería urbana, entendida ésta como la suma de conocimientos científicos, humanísticos y tecnológicos, que permitirá avanzar en la calidad de vida, ya como individuos o como colectivo.

Sin embargo, ¿cómo articular los espacios de acción y cómo dimensionar las diversas temporalidades de Xalapa e hinterland, si se ha incurrido en una constante desvinculación de la geopolítica local – regional y por consecuencia no se han dimensionado de igual forma los fenómenos sociales que padecemos en Xalapa?

4. Breves conclusiones o exhorto a evitar la estulticia
Si bien, el CHX es importante por su significado para Xalapa y nosotros sus habitantes, no se deberá continuar con una política fragmentada entre el mismo CHX, la ciudad, el municipio y nuestra región de influencia o hinterland. La política de desarrollo en Xalapa deberá ser por lo tanto con un enfoque y alcance regional bajo la constante revisión de la ciudadanía y de los expertos. En síntesis, propongo seis líneas iniciales de acción específicas:

i. Promover la desconcentración de las oficinas del gobierno del estado,
ii. Convertir al centro en un área 100 % cultural – comercial,
iii. Establecer un programa de estímulos fiscales para quienes:

a. Inviertan en el centro de la ciudad en estacionamientos y espacios culturales,
b. Recuperen las fachadas de sus casas y comercios.

iv. Terminar de una vez con el caos vial que se origina en el CHX,
v. Diseñar un plan de reactivación económica específico para el CHX,
vi. Promover ante la Legislatura del Estado, la factibilidad de la Revocación del Mandato ante alcaldes ineptos y/o corruptos.
Quod scripsi, scripsi...

No hay comentarios: