miércoles, 2 de abril de 2008

La ciudad como imagen o reflejo de sí misma: Xalapa, o el desahucio de Sophia

Por Vidal Elías ©

Las actuales mutaciones urbanas, económicas y sociales, debieran llevarnos a reconsiderar los principios del desarrollo. Los conceptos bajo los cuales se hacía la planeación de la ciudad y sus distintos entornos se han modificado, dando paso a una importante diversidad de variables, las cuales son cada vez más interdependientes e interactuantes; por estas razones, las ciudades se están volviendo hacia ellas mismas, bajo la presión de los diferentes colectivos que también se encuentran en un proceso de búsqueda de sí mismos, o como lo sugiere Alain Touraine, en busca del self.

Las ciudades son cada vez más incluyentes, o inclusivas; pues bien, en esa tendencia a lo incluyente y del self, nos encontramos como paradoja que la capital del estado de Veracruz, lo que menos tiene es esa cualidad de incluir a los diversos actores que concurren a diario en su vida cotidiana, la cual está cada día más presionada por lo inmediato, por lo urgente, por la carencia de prospectiva, por lo irrelevante, por las ocurrencias, por la ignorancia.

Las mutaciones del desarrollo y de la cuestión urbana, indican claramente que las ciudades son entes con vida propia, con niveles de complicación muy alto, no únicamente en lo administrativo, sino en todas sus facetas como la cultural, la social, la económica, los colectivos, la ambiental y territorial. Es así, que desarrollo no es cambiar (o maquillar) la imagen de la ciudad, la cual es también importante y agradable cuando se hace bien, pero eso, no es desarrollo.

Vistas de una forma tan genérica, las mutaciones de lo urbano y del desarrollo, pudiera darse una interpretación simplista, pero el propósito de estos comentarios (obviamente generales), tiene un focus que es Xalapa, pero no es desde el enfoque romántico de la Ciudad de las Flores, ni de la Atenas Veracruzana, es más terrenal, es más directo, el cual es en conclusión la pérdida de la calidad de vida que se ha manifestado con mayor intensidad en los últimos cuatro años y, lo más visible del menoscabo de la calidad de vida de la otrora ciudad limpia y señorial que teníamos, es la contaminación visual que padecemos a diario, no se diga de la ambiental que es mucho más grave en sus consecuencias y efectos a mediano y largo plazos.

Sobre la contaminación visual de Xalapa, en los años setenta se dio un movimiento que se denominó Cocalapa, teniendo al frente al excelente arquitecto Peter North y como apoyo a varios de nosotros. Creía sinceramente que no se repetiría la situación, pero admito que me equivoqué, Xalapa es ahora la ciudad del mal gusto, de los anuncios espectaculares, del contrasentido visual y espacial.

Ahora bien, para concluir, creo que Xalapa, está en las condiciones en que se encuentra debido a que es una ciudad que es reflejo de sí misma, cuyo resultado es consecuencia del abandono acumulado y de la desintegración de sus diversos colectivos.

Esto nos llevaría a pensar, que la Atenas Veracruzana, refleja más el desahucio de Sophia que la concepción de ciudad culta, esto en parte provocado, por que las palabras desarrollo, urbanismo, enfoque regional, prospectiva y gestión del territorio se han borrado del vocabulario de la ciudad y de sus autoridades municipales.
Quod scripsi, scripsi...

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